Yo no envejecí; pasé de moda. No pude evitar el contra sentido, la ironía, de claudicar en el terreno en que mejor pisaba: la vidriera. El tiempo esmeriló mi belleza imponiéndome una sutil decadencia hasta hacerme anacrónico. Un señor fuera de lugar, venido a menos; demodé. Quien hoy me ve mal puede imaginar mi hora…
Autor: AbelAntonio
Chaplin
Como muchos de los acontecimientos vitales de mi existencia, aquél fue consecuencia del azar. Es que bien pude haberme distraído un instante, voltear la cabeza en dirección opuesta o, sencillamente, continuar caminando, sumido en pensamientos dispersos y fugaces. Sin embargo, como una aparición, al final de la mirada, la encontré en los arrabales de una…
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A Marcial. In memoriam. Tía Zulema decía que Marcial andaba con esas ideas en la cabeza porque no tenía nada que hacer. Y aún ahora, después de lo sucedido se niega rotundamente a reconocerle mérito alguno. En el barrio decían que era un tipo raro y hay que reconocer que él mucho no se ayudaba….
La enseñanza de Roberto Sanchez
El ídolo de mi niñez fue Sandro. Este público y tardío reconocimiento efectuado en menos de un renglón me genera alguna incomodidad. Es que el hombre que soy juzga severamente al niño que fui, sin advertir que los gustos originales, al fin y al cabo, constituyen innatas y naturales inclinaciones. Antes que me lo apunten,…
45
“Sí. Tiene razón quien dijo “que “un hombre sabe cuando empieza a envejecer porque empieza a parecerse a su padre”. Y yo, hoy, a mis 45 años vislumbré el parecido. Como si debajo del rostro cotidiano y conocido comenzara a insinuarse otro, llamativamente familiar y extraño a la vez. Justo hoy. ¿Cuántas veces me vi…
Tiempo perdido
“…empezaré por reconocer que soy un autor desconocido o, tal vez con más exactitud, un autor ignorado.” Los buscadores de oro. Monterroso, Augusto I Ganar. Quería ganar. Y, como no pude decirlo en su momento, me desahogo escribiéndolo. De puro tímido, no quise abrir la boca hasta el momento mismo de la victoria…
Mis hermanos
“Se amaban los dos hermanos como dos mitades de un fruto verde, unidos por la misma vida, con escasa conciencia de lo que en ellos era distinto…” Leopoldo Alas, Clarín, ¡Adiós, “Cordera”! Admito, no sin pesar, que esta idea la tomé prestada de un libro (1), donde el autor describía un cuadro inserto en la…
Que sea la última vez
«Amor se fue; mientras duró de todo hizo placer. Cuando se fue nada dejó que no doliera» Macedonio Fernández – Estás listo. Si te pidió tiempo para pensarlo. Estás listo Marcelito —dijo Alberto. A Marcelo, en ese momento, el diminutivo le iba a medida. El aire ausente, la sombra de una barba rala, el brillo…
Carmen
4890675. Marco 4890675 y ella atiende el teléfono. Le digo, soy yo, Roberto. Se hace una pausa, un silencio, porque no lo va a poder creer. Entonces, insisto con eso de que soy Roberto. Y ella, aunque sabe muy bien de quién se trata, hace como que no entiende y, antes de que le salte…
Los abuelos
Durante toda su vida, mi madre libró una enconada lucha contra el otoño. Cada mañana, escoba en mano, emprendía la ímproba tarea de dejar sin hojas la vereda de la modesta casa de calle Moreno, en Sunchales. Era una guerra perdida, claro, pero aunque no lo crean yo he visto al otoño vacilar ante su…
La guitarra de Cardiff
Mucho antes de fracasar como cantante, fracasé como músico. Si descarto, por ser de juguete, un bombo peludo que azoté en mi niñez; mi primer instrumento fue la guitarra. Los acordes iniciales deben haber resultado accesibles pues, de la noche a la mañana, amanecí entonando canciones, no mas allá de zambas o baladas de acordes…
El mitre
A la canchita de «El Mitre» no la pisaron suelas ilustres, ni fue escenario de épicas tardes de fútbol vistoso y atrevido. Ningún veterano se acodará melancólico, en el manubrio de la bicicleta, para sentenciar por lo bajo: «Aquí jugó el gordo Maturana». No recuerdo goles memorables y solo llevo conmigo alguna módica fantasía, nacida…
Nueve y diez
Y pensar que creí que el Cabezón Enrique Ferrari exageraba. Que eso de reconocer un jugador con solo verlo caminar era uno de sus embustes, de sus ocurrencias. Ahora, que el tiempo y la distancia pusieron cada cosa en su sitio, admito que, lejos exagerar, el hombre fue infaliblemente certero. La tangible demostración de su…
Pablito
Me gusta el fútbol, aunque no de modo convencional. Voy poco y nada a la cancha. Desconozco estadísticas y soy incapaz de recitar la formación de un equipo del año 63, por bueno que este haya sido. Retengo razonablemente el nombre de algún jugador, pero no me pregunten por sus orígenes o si hizo las…
La peluquería
Anquises sobre los hombros. Todos llevamos, como Eneas, a nuestro padre sobre los hombros. Débiles aún, su peso nos impide la marcha, Pero luego se vuelve cada vez más liviano, Hasta que un día deja de sentirse y advertimos que ha muerto. Entonces lo abandonamos para siempre en un recodo del camino y trepamos a…