Los abuelos

Durante toda su vida, mi madre libró una enconada lucha contra el otoño. Cada mañana, escoba en mano, emprendía la ímproba tarea de dejar sin hojas la vereda de la modesta casa de calle Moreno, en Sunchales. Era una guerra perdida, claro, pero aunque no lo crean yo he visto al otoño vacilar ante su…

La guitarra de Cardiff

Mucho antes de fracasar como cantante, fracasé como músico. Si descarto, por ser de juguete, un bombo peludo que azoté en mi niñez; mi primer instrumento fue la guitarra. Los acordes iniciales deben haber resultado accesibles pues, de la noche a la mañana, amanecí entonando canciones, no mas allá de zambas o baladas de acordes…

El mitre

A la canchita de «El Mitre» no la pisaron suelas ilustres, ni fue escenario de épicas tardes de fútbol vistoso y atrevido. Ningún veterano se acodará melancólico, en el manubrio de la bicicleta, para sentenciar por lo bajo: «Aquí jugó el gordo Maturana». No recuerdo goles memorables y solo llevo conmigo alguna módica fantasía, nacida…

Nueve y diez

Y pensar que creí que el Cabezón Enrique Ferrari exageraba. Que eso de reconocer un jugador con solo verlo caminar era uno de sus embustes, de sus ocurrencias. Ahora, que el tiempo y la distancia pusieron cada cosa en su sitio, admito que, lejos exagerar, el hombre fue infaliblemente certero. La tangible demostración de su…

Pablito

Me gusta el fútbol, aunque no de modo convencional. Voy poco y nada a la cancha. Desconozco estadísticas y soy incapaz de recitar la formación de un equipo del año 63, por bueno que este haya sido. Retengo razonablemente el nombre de algún jugador, pero no me pregunten por sus orígenes o si hizo las…

La peluquería

Anquises sobre los hombros. Todos llevamos, como Eneas, a nuestro padre sobre los hombros. Débiles aún, su peso nos impide la marcha, Pero luego se vuelve cada vez más liviano, Hasta que un día deja de sentirse y advertimos que ha muerto. Entonces lo abandonamos para siempre en un recodo del camino y trepamos a…